La gramática del amor, de Rocío Carmona (La Galera Editorial)
Uno de los temas más inspiradores de la literatura en todos los tiempos y lugares es, sin duda, el del amor. Desde las épocas más remotas ha protagonizado comedias, intrigas, enredos y, por supuesto, tragedias, librándose así del recurrente color rosado con el que se le ha querido maquillar con demasiada frecuencia.
Pero, ese sentimiento tan universal y eterno, no conforme con sacudir las almas de hombres y mujeres, a veces se detiene en los corazones más jóvenes. Quizás porque con ellos es con quien más alto puede volar.
Ese amor juvenil y voraz es, precisamente, el que retrata la escritora y periodista barcelonesa, Rocío Carmona, en su primera novela, La gramática del amor. Un poco en la línea de El mundo de Sofía, que aportó una nueva forma de divulgar la enseñanza de la filosofía, Carmona elabora una brillante trama hilvanando en el argumento de su relato algunas de las más grandes historias de amor de la literatura.
La novela tiene como protagonista a Irene, una joven que ingresa en un internado del sur de Inglaterra tras el divorcio de sus padres. Allí, es víctima de su primer desamor. Desconsolada y rota, acaba por entablar amistad con uno de los profesores de su escuela que se ofrece a ayudarla a superar su desengaño. La fórmula es sencilla: cada miércoles se reúnen en su despacho para comentar un libro que él elige previamente. Con ese original método, el profesor va mostrando a su alumna lo que él define como la gramática del amor: las leyes, normas y convenciones que rigen las relaciones amorosas. La primera obra elegida para tal fin será Orgullo y prejuicio, de Jane Austen; después Al sur de la frontera, al oeste del sol, de Haruki Murakami; la tercera consiste en Carta a una desconocida,de Stephan Zweig, mientras que la cuarta será Ana Karerina, de Tolstoi, a la que siguen Las desventuras del joven Werther, de Goethe; Jane Eyre, de Charlotte Bronte y, finalmente, El amor en tiempos del cólera, de García Márquez. Así, a través de siete historias de amor literario, la protagonista se embarca en un periplo que la lleva a conocer los diversos latidos y pulsiones que rigen el corazón humano.
Rocío Carmona se estrena como autora con esta novela, aunque lleva años ejerciendo como directora editorial de ediciones Urano. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también estudió Humanidades, posee un máster en Dirección de Marketing y Publicidad de la Universitat Oberta de Catalunya. Su trayectoria profesional siempre ha estado vinculada a la gestión cultural y a la comunicación y, además, es la vocalista del grupo Nikosia, liderado por el también escritor Francesc Miralles.
Según la autora, La gramática del amor es un homenaje a algunos de los libros que la marcaron como lectora y que la hicieron amar la literatura, pero, además, es un reconocimiento a la adolescencia, un período en que todo se vive con una intensidad única.
Así, Rocío Carmona ha conseguido unir la fuerza del amor juvenil con su pasión por la literatura. Y aunque se considere una novela para jóvenes, es una lectura que puede seducir a personas de cualquier edad siendo, incluso, un poderoso estímulo que empuja a la búsqueda de otras lecturas del género.
Carmona posee un estilo ágil y musical, fruto de su experiencia como editora, que la lleva a escribir de una manera amena y, a la vez, cautivadora. Describe con gran realismo los escenarios en los que transcurre la trama y consigue, además, que el lector se sienta partícipe de cada uno de los acontecimientos que se van sucediendo. Su pasión por la lectura y su capacidad de evocación consiguen que el lector vibre con cada página, y lo conduce hasta al final del relato con la misma ligereza de un suspiro amoroso.
La gramática del amor es, en definitiva, una novela de una elegante sencillez. Escrita sin otra pretensión que la de mostrar el valioso legado de siete grandes obras literarias, constituye un hermoso tributo a la novela romántica.
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